Probablemente la has visto en todas partes: esa silla cómoda con respaldo de un sólo cuerpo y cuatro patas que bajan en diagonal y dejan mucho espacio a la vista. Está presente en salas, consultorios e incluso en un comedor para 6 personas.Se trata de la popular silla Eames.
Sin embargo, pocos conocen la historia de esta silla y el impacto que tuvo en una época en que el mobiliario de diseño era visto como un lujo que sólo se podía permitir una pequeña minoría.
La historia de la silla Eames no tiene porqué ser un cuento de diseñadores de interiores. Por eso aquí te vamos a contar toda la historia de la silla Eames.
Una silla para todos los presupuestos
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se consolidó como potencia. Es entonces que surgen los Levittown, los primeros suburbios orientados al automóvil, que luego inundaron todo el paisaje de las ciudades estadounidenses con sus jardines, cul-de-sacs y casas de dos pisos.
En aquella época surge el estilo Mid-Century, ese estilo que abusa del color nogal abismo y que aún hoy es muy popular. Si contamos esto es porque en aquel tiempo se quería masificar la producción de casi cualquier producto, desde casas, pasando por electrodomésticos y por supuesto, sillas, haciéndolos accesibles a cualquier familia.
Es por eso que en 1947 se lanza la International Competition for Low-Cost Furniture Design. Este concurso era presidido por Nelson Rockefeller, quién en ese entonces era presidente del MoMA en Nueva York. El objetivo era uno sólo: premiar un mobiliario de diseño atractivo y muy económico, para nada relacionado con los muebles de las élites europeas de la preguerra.
Dos años después se hizo la premiación. En enero de 1949 el matrimonio de Ray y Charles Eames obtuvo el segundo lugar por su Eames Fiberglass Chair, una silla que fue premiada por su facilidad para ser almacenada en depósitos comerciales e industriales, ya que se podía comercializar desarmada y el asiento, que es la principal parte de la silla, podía apilarse sin ocupar mucho espacio.
Otras razones no menos importantes por las que fue premiada esta silla fue el hecho de combinar la ergonomía y comodidad con un diseño bastante novedoso. Por último, el uso de fibra de vidrio en la silla Eames y la ya mencionada facilidad de almacenaje bajaban considerablemente el costo de producción y comercialización, atendiendo al motivo del concurso: un mobiliario de bajo costo.
Usos de la silla Eames
Esta silla no ha perdido popularidad con el tiempo. Esto se debe a que puede ser usada tanto en casa como en oficina, e incluso en el uso residencial puede tener varias aplicaciones: acompañando mesas para restaurant o creando en casa un moderno comedor con sillas Eames negras, como en una sala o un espacio de Home Office.
La silla Eames va muy bien con muchos estilos de diseño de interiores. Si el juego de sillas blancas va perfecto en un muy iluminado loft industrial, las sillas blancas con mesa de comedor de madera son perfectas para quienes aspiran a un sobrio estilo nórdico o incluso minimalista.
No hay duda de que la silla Eames fue pionera en llevar el buen diseño y la comodidad a hogares de los 5 continentes, y por eso su historia merece ser contada.¿Quieres comprar en Casa Ferro pero tienes dudas? Escríbenos a nuestro formulario de contacto o a WhatsApp para responder todas tus preguntas.